domingo, 21 de junio de 2009

PASANTÍA EN LA MORGUE

En la Morgue de Bellomonte se habían negado a darnos declaraciones oficiales, ya que dar cifras no era su trabajo. Hablando con unos amigos, encontramos a un joven estudiante de quinto año de Medicina que había hecho una pasantía en ese lugar. Éste accedió a darnos la entrevista, pero prefirió permanecer en el anonimato por la clase de información que nos dio.

¿Cuántos muertos llegan diariamente?

Eso varía, el fin de semana llegan más. Los demás días no es tan intenso. Aproximadamente llegan cinco en toda la semana. Sin embargo un lunes puede haber como 30, o 35 un buen fin. En los puentes y feriados también sube el número. La gran mayoría muere por arma de fuego.

¿Y qué otras causas de muerte?

A la morgue sólo llegan muertes violentas. Se ven aquéllas causadas por accidentes de tránsito, atropellados, heridas por arma blanca, pero casi todos eran heridos por armas de fuego.

¿Cuánto tiempo tardan en devolverlos a los familiares?

Pueden pasar varios días, dependiendo de la intensidad del trabajo. Normalmente son dos o tres días. Como el fin de semana no trabajan, el lunes se acumulan y los van sacando por orden de llegada. Por eso, los primeros días de la semana se tardan más. Cuando llega el miércoles ya hay menos volumen. Yo a veces iba el lunes y cuando volvía el miércoles, me encontraba con el mismo cadáver. En muchos casos, nadie los reclama.

¿Y qué hacen con los que no reclaman?

Después de un tiempo de espera, que es entre una semana y quince días, no recuerdo, los mandan a un lugar que le dicen “La Peste” en el Cementerio General del Sur. Ahí los incineran.

¿Qué pasa con los criminales que matan? ¿Se forman problemas?

Ahí nunca escuché. Usualmente hay rollos en las emergencias de los hospitales cuando llegan. Vienen a rematarlos o a vengarlos. También se arman escándalos en las funerarias, pero mientras yo trabajaba en la morgue, nunca pasó nada.

¿Se abren investigaciones a los homicidios?

Sí, siempre las abren. Hacen el perito del cadáver, lo examinan. Buscan las evidencias. El problema es que se acumulan tantos… A veces encuentran al culpable, pero muchas veces no. Sin embargo, las investigaciones siempre se abren.

¿Cómo es el procedimiento cuando llega un cadáver?

Acuérdate de que estamos hablando de muertes por causas violentas únicamente. Los examinan abriendo siempre las tres grandes cavidades: cráneo, tórax y abdomen. También revisan la piel, en busca de signos clínicos que orienten a la causa de muerte y a la hora. Esto lo saben por unas manchas que se producen y que permiten determinar cuántas horas lleva de fallecido. Luego, se ven las cosas más específicas. Si es una herida de bala, por ejemplo, se busca el trayecto, qué órganos perforó, si hay signos que te hablen de la distancia a la cual fue el disparo. Estos signos pueden ser anillos de pólvora o por el quemado alrededor de la herida, que dependiendo de la distancia a la cual se disparó, van a cambiar. Si es necesario tomar una muestra para hacer una biopsia, se hace y se manda a un patólogo. No los tratan con ningún químico. No les ponen ni formol. Usualmente están ahí frescos.

Con razón huele tan mal… ¿Se pudren los cuerpos ahí?

Sí, los llegué a ver verdes color metálico. Brillaban… verde, negrusco, metálico. Eran los que encontraban por la calle dos semanas después de haber muerto. Pero éstos ya llegaban podridos, no era por culpa de la morgue que se podrían.

Nos dijeron que en la Morgue también va gente a hacerse exámenes forenses. ¿Cómo es eso?

Si alguien te golpea y quieres levantar una denuncia, te tienen que examinar ahí. Te hacen un registro a través de un informe de las heridas y con eso te hacen una historia clínica. Con ese informe es que puedes meter una denuncia. No te sé decir con precisión pero van como 30 ó 40 diarios, por violaciones, maltrato, peleas y accidentes de tránsito.

¿En la Morgue hay tráfico de órganos o algo que se le parezca?

No ahí no. Las muertes violentas no pueden donar órganos, o no deberían. Nunca oí que eso ocurriera. Tampoco los donan para estudiarlos. Para esto, los cadáveres tienen que haber tenido obligatoriamente una muerte de causa natural.

Dicen que los cadáveres no caben, que los tienen por ahí…

Sí, eso sí es feo… A veces no entran en las neveras y los dejan en las camillas en el sótano, que es en donde lo revisan. A veces hay que si tres o cuatro por camilla. Los derechos humanos ahí son nulos. Hay sangre por todos lados, unas moscas enormes… El olor es impresionante, es muy fuerte, intenso, como a podrido. Los órganos no están tirados. Una vez que los abren y los examinan, sacan los órganos, pero los devuelven y cierran.

Las condiciones son antihumanas. Allí una vez vi lo más horrible que he visto en mi vida. Para abrir el cráneo, despegan la piel de la cara hasta cierto punto (tipo las máscaras de misión imposible, para que se lo imaginen). Entonces, una vez a una señora le tocó identificar a un familiar. La bajaron al sótano y la hicieron caminar entre todas las camillas, con gente abierta a su alrededor y sangre esparcida por el pasillo. Había cadáveres por todos lados. Y la llevaron hasta éste que te digo que no tenía cara, y que hasta estaba compartiendo una camilla, y le preguntan que si ése era su hijo. No tuvieron ni la decencia de subirle la piel de la cara para que lo viera. Y ella respondió, “Sí, es mi hijo de quince años”. No se cómo lo reconoció, habrá sido por el cuerpo, porque la cara no se le veía.
En Europa, por ejemplo, las cosas son diferentes. Existen camaritas por donde puedes ver al cadáver más o menos arreglado. Y así, no tienen que pasar por todo el desastre que hay abajo. Aquí, esos derechos, como ya dije, son nulos.


Por Fabrizio Tatone e Isabel Schwarz

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